Buena comida (un poco pasada de sal), un buen lugar que merece una buena compañía, servicio bueno sin ser excelente.

Fuimos 4 personas, por lo cual la oportunidad de probar otros platos estuvo presente, empezamos con unas empanadas de plátano, una entrada suave y deliciosa para no arruinar lo que venía. El primer plato fue la super kaplan, tal cual y como lo habían dicho, es gigante, a primera viste la primera pregunta que se viene a la cabeza es " y como me voy a comer esto", ya superada esta parte, son 300 gramos de carne, deliciosa carne, con 3 anillos de cebolla, mas tocineta....de las mejores hamburguesas que he probado. El segundo en probar fue el prime rib, 1100 gms de la más deliciosa carne que he comido, la pedimos a un término medio, espectacular para terminarla de hacer al término de cada quien, (dan un piedra caliente para esto), cada corte más rico que el anterior, totalmente recomendado. Las tres salsas que dan con este son buenas mas no excelentes, de hecho la prefiero sola. El tercero y último fueron 400 gms de churrasco de cuadril, este corte me dejo sin palabras, la única recomendación que puedo hacer es que hay que probarlo para entenderlo.

Hicimos reservación con 8 días de anterioridad, la cual al llegar no tenían presente, nos tocó esperar un poco y al fin nos ubicaron en el segundo piso, un lugar pequeño pero acogedor, lo único malo es que hace demasiado calor, algo que con una cerveza bien fría es manejable. En mi caso pedí las famosas ribs, y no me arrepiento sencillamente deliciosas, no las mejores que he probado pero muy satisfecho quede, el acompañamiento (potato), sin mucho sabor la verdad, el lomo encebollado lo deja a uno sin palabras, es exquisito. Quedo con las ganas del earl gery crème brulèe, y volveré por el.

Fuimos con mi familia, por lo cual hicimos reservación. Al llegar al lugar estaba casi vacío, lo cual no nos dio muchas expectativas. Sin embargo el primer plato nos hizo olvidar ese pequeño percance. Lo mejor en este restaurante es pedir varios platos para compartir, de esta forma queda uno encantado con la cocina peruana, delicioso!!

Fui con mi novia para su cumpleaños, me encanta el lugar donde está ubicado, un sector muy tranquilo, fácil de llegar y sobre todo poco trafico los fines de semana. El servicio al entrar es un poco lento, toca esperar un poco a que bajen por ti, algo que se olvida al momento en que pones tus pies en el restaurante, es un cambio de ambiente muy agradable, la atención es muy buena, es muy interesante que el restaurante sea giratorio, lástima que la vista no sea igual. La comida en sí, es fantástica, el servicio ni muy rápido ni muy lento, el perfecto para algunas palabras acompañadas de un buen vino, el servicio de ballet parking eficiente.