Este no es un restaurante es como un lugar para escuchar música, coctelitos, en general el ambiente rico para rumba, música en vivo, buenos videos y tampoco es que la comida sea mala pero no es de lo mejor. Buen servicio, las meseras muy pendientes y agradables desde la entrada.

No pretendo llevar la contraria a los demás comentarios pero a mi gusto no es restaurante para 5 estrellas. El lugar es muy agradable y los parajes del sector ayudan mucho. El local es bastante pequeño y acogedor pero por lo pequeño es incómodo para el desplazamiento. El servicio es muy cordial y familiar. Ahora la comida, empecemos por su especialidad que es el codito de cerdo, es muy parecido a los huesos de marrano, la maduración y la cocción son perfectas por lo que el plato es muy especial pero los acompañantes son muy comunes como el puré y la ensalada. El conejo está muy bien preparado pero a la salsa le falta sabor y el mismo caso con los acompañantes. La sopa de cebolla es buena pero no es de la mejores que he tomado. La cazuela de mariscos tiene su toque especial pero tampoco es de las mejores. La cerveza artesanal tiene también su particularidad sin desmeritar el esfuerzo por su elaboración pero no es una más que una cervezas para catar solamente. En general no digo que es mala la comida pues todo tiene un estilo diferente y será de agrado de muchos pero no de todos.

Su especialidad las carnes, son buenas y las porciones generosas un gran atractivo para los que comemos bastante. Recomendado el Bife Chorizo y claro las hamburguesas con rasgo particular del sitio. Buen parqueadero adentro del local. Si no quieren hacer cola mejor lleguen temprano pues por más que el restaurante es muy grande se congestiona a ciertas horas sobretodo los fines de semana.

Comida excelente, la sazón es típica de la comida Vasca y como se dice no hay plato malo. No es comida para todos los gustos, pero no les de miedo lanzarse con unas papas bravas el pulpo y los mejillones además no se dejen amedrentar por el aspecto del las croquetas o el arroz negro son sencillamente espectaculares. Tuve la dicha de probar casi todos los platos y no puedo quedarme con uno para recomendar así que hagan un ruletazo en la carta y pidan sin piedad. El servicio normal, gente simpática y sabida del tema. El local agradable para pasar una cena tranquila y amena. Además parqueadero al frente en Carulla hasta las 11:00 pm. Gracias Bruto salí sorprendido y feliz.

El restaurante es bueno en general, regresare para probar otros platos y mejorar mi concepto pues donde el dueño esta presente tiende a mejorar, probe varias cervezas una diferente con cada plato fue una buena experiencia.