Platos de muy buena calidad. Pulpo por destacar, aunque normalmente el pulpo siempre es un buen plato en todo lado. Aunque mi filosofía es que pago precios caros si se justifica, en este caso no aplicó. Los mismos platos, de igual calidad, se pueden encontrar en otros sitios con precios muy inferiores. Ahora nos acostumbramos a pagar plato por encima de 80 mil, Entonce pagar platos de 40 se volvió una ganga. Imposible, habrá que empezar a premiar a los sitios justos en precios sin afectar la calidad. No volvería, y con el mismo dinero, seguiré explorando la inmensa oferta culinaria de la ciudad.

Tengo un dilema con este restaurante. La comida es magnífica, los Nori Takos, los arroces, la ensalada Cesar. Pero mi problema aquí es que bajo la bandera de que la experiencia es para compartir, hacen que el facilismo del restaurante supere a la comodidad del comensal. ¿Cómo es posible que si no se quiere compartir, no puedan sacar los platos al tiempo? . OJO si va en grupo. Probablemente haya personas que tengan que comer solas. Lo vi en varias mesas. Como comensales hay que empezar a exigir más. No es posible que se estén pagando platos tan costosos y además la tiranía del restaurante sea más importante. El cliente es el que puede hacer que mejoren estas cosas exigiendo como debe ser.

Buenos platos. Varios no están en la carta y hay que saber para pedirlos, lo cual ya es un mal comienzo. El encocado rico, nada del otro mundo. El arroz con tinta de calamar, también cumple. Niguno de estos platos estaba en la carta. El servicio tiene cosas que no se deben aceptar y no entiendo porque como comensales nos estamos acostumbrando. Por ejemplo, ahora se dice que el concepto es "para compartir" y le quitan el derecho a uno d e pedir su plato solo. Es más un concepto para hacerle la vida fácil al restaurante. Por otro lado, pésimo sitio para celebrar un cumpleaños. En palabras del jefe de meseros, no hay cortesías de ningún tipo, ninguna atención ya que según ellos "por qué el restaurante debería asumir eso". Creo que como comensales tenemos que empezar a exigir más y castigar los sitios con los que no estemos de acuerdo. Hay mucha oferta hoy en día y hay que darle la oportunidad a aquellos con precios más justos y más dados al cliente.

Un descubrimiento excelente. La comida con mucha personalidad. Sabores muy especiales y todo deliciosos. Las croquetas, las galletas de choclo buenisimas, de jaiba y de tartar. El asado de tira de lo mejor que he probado. Otras opciones la Trucha y los pescados. Quedan ganas de seguir explorando la propuesta. Por cierto, el postre, un volcán de arequipe o un suspiro Limeño de la casa.

Costo beneficio, no justifica. No pasan los precios frente al producto. Ahora bien, pueden haber opciones mucho más económicas y con una alta calidad. Pará destacar, los bowls. Una buena opción. No sobre resaltar que la. Oferta gastronómica de comida asiática en Bogotá ha aumentado sus estándares, y este lugar no super muchos sitios tradicionales, ni tampoco ofrece nada novedoso.

Parte del universo de Rafael. No se deberá esperar en este restaurante el reemplazo de La Despensa, que era un balance interesante al mismo Rafael restaurante. Una comida de buena calidad, sin sorprender demasiado. En esta ocasión porbamos un Lomo Saltado y un Arroz Marisquero. Recomendando el Saltado.

Excelente propuesta de parrilla. Ambiente tipo Grill americano. Espacios acogedores. La comida muy buena, recomendadas las costillas, las papas criollas y los macarrones con queso. Volvería sin lugar a dudas. Lo malo.

Un buen sitio para salir de la ciudad. La comida con sus carnes y especialmente con sus hamburguesas es una propuesta clara y sin mucho riesgo de no quedar satisfecho. Mucha gente, lo cual hace q se requiera organización adicional y puede llegar a dañar el plan.

Comida rápida de muy buen sabor. Evidentemente costeño, presenta una oferta bien trabajada sobre diferentes platos como perros, mazorcadas, hamburguesas, incursionando con costiilas BBQ, de las que claramente no se puede esperar mucho, pero ahí están y a muchos les gusta. No obstante, la mejor sugerencia que se podría hacer es el "desgranado" mixto. Este último plato vale la pena probar, y en una tarde-noche descomplicada, es una buena opción. Ambiente y lugar muy regulares. Del servicio tampoco se puede esperar mucho, no obstante lo bueno es ir avisado.

Con una alta expectativa de probar comida regional, más específicamente costeña, me he llevado una decepción terrible. Tenía muy buenas referencias respecto a la comida, pero no me imaginé que el ambiente, el servicio, el concepto fueran tan desagradables. La comida queda en un segunda plano, solo fritos en una especia de cafetería de colegio. Terrible la experiencia. No volvería jamás.