La comida excelente, servicio rápido y oportuno. Las preparaciones estaban muy bien logradas, tanto en mariscos como en las carnes rojas.

El lugar es pequeño y agradable. El servicio atento aunque hubo pequeñas demoras con el servicio pues sólo había una persona atendiendo varias mesas. En cuanto a la comida, me gustó la combinación de sabores de los acompañantes de la morcilla y del pulpo (delicioso). Las carimanolas de cangrejo llegaron frías en el centro. Los platos fuertes estaban todos muy ricos, balanceados y bien presentados aunque los langostinos que pedí estaban un poco pasados de cocción. Errores mínimos que pueden corregirse. Recomendable.

La preparación sin grasa muy saludable de los productos en un horno de alta temperatura, junto con el sabor, la ternura de las costillas y lacrocancia de las alitas, con un servicio con esmero, lo hacen un pequeño tesoro escondido en la lista de restaurantes de este tipo en Bogotá.

Me fue mal: fui porque tenía antojo de ceviche y pedí uno mixto. El sabor plano, el pescado parecía previamente congelado, y me dejó un "after-taste" a viejo, muy desagradable. Qué pesar por un buen restaurante.

El lugar es de decoración simple, con toques de madera y aires algo escandinavos. El servicio me pareció oportuno, el mesero conocía bien la carta y la preparación de los platos. Pedí la ensalada de quinoa con pollo tandoori y pomelo: no soy de ensalada como plato fuerte pero esta ensalada me pareció deliciosa. Sabores bien combinados. Recomendaría Luzía solo por esa ensalada.

Impecable y detalladamente decorado el lugar, para un ambiente relajado y divertido. La comida estuvo bien sin ser nada extraordinario, habia algunas cosas muy simples y normales (fettucine con alcachofas) y otras mejores (pulpo o el tartare de verduras con queso de cabra). En general es una buena experiencia por el ambiente del sitio y el servicio que estuvo oportuno y diligente.

Muy buen montaje del restaurante y buena decoracion. Tiene una terraza bien acogedora. El servicio estuvo oportuno, cordial y atento. La carta tiene opciones amplias: comimos pulpo,ensalada de pato y alcachofas gratinadas para las entradas que estaban muy bien; los hongos portobello muy pequeños. En general buena experiencia.

Fui por un plato tradicional: lasagna de carne. Muy buen sabor, la bolognesa estaba muy bien, buena cantidad de queso y buen tamaño. El servicio excelente: muy atento, oportuno y detallista.

El sushi es muy rico. Las entradas son buenas. Los platos japoneses distintos a pescado tambien son bien preparados. El servicio marcha bien, etc; el mejor indicativo es que alli van los japoneses que estan en Bogota.

Las pastas son ricas y la bolognesa es de las mejores que he probado. Las carnes a la parrilla son buenas. El almuerzo del dia es una opcion completa y balanceada por un precio justo. El servicio es irregular, un poco mas de entrenamiento y estandarizacion ayudaria a mejorarlo.