Es un restaurante muy especial: pizzas, ensaladas y otras cositas, pero todas vegetarianas. La pizza de espinaca con cebolla confitada es buenísima. También la de queso azul. El ambiente es medio café - medio bar, un poco bohemio. Muy rico.

Es un sitio espectacular para pasar un rato. Nos encantaron los diferentes cafes (moka, cold brew, ...) y la pasteleria tambien deliciosa. Venden cafés muy especiales para llevar.

Comida muy creativa, con muchos sabores. El servicio que recibimos (en una mesa de 9, lo que siempre es muy dificil) fue el mejor que haya tenido en años. Las bebidas muy buenas.

Deliciosa la comida. Muy buen servicio. Aunque es formal, no se siente acartonado. He venido al restaurante muchas veces desde hace como 15 años. Siempre rico, pero ahora está mejor.