Tienen una carta muy variada, pues aunque son de comida peruana, tienen sushi también. El sushi es aceptable, tienen pocas opciones; las entradas como el pulpo lo sirven de tal manera y en tal magnitud que parece un plato principal, delicioso. Ni hablar del Pisco y del suspiro limeño. Me parece una buena opción.

Tienen dos ambientes pues están separados por una calle; ambos esquineros pero no dan abasto con la cantidad de gente que quiere visitar el sitio. Tuve que ver cómo hacían levantar rápidamente 4 comensales de una mesa para acomodar a 4 nuevos comensales que llegaron en busca de una tranquila comida. Los meseros se tornan molestos pasando cada 5 minutos si vamos se va a ordenar algo adicional o preguntando si se puede retirar los platos. La masa en todas las pizzas es crunchy extra thin, lo cual nos pareció delicioso. Son algo demorados con las órdenes. El grupo de música en vivo le da un toque especial, muy acogedor al sitio, lo cual lo hace inviable al necesitar movilizar muchas personas en poco tiempo. Recomiendo la pizza de manzana con reducción de balsámico, deliciosa.

El ambiente está finamente decorado, las mesas son cómodas al igual que las sillas. El servicio es demoradísimo, aunque hay suficientes meseros para atender las mesas, no están muy atentos en brindar las cartas, en tomar los pedidos y adicionalmente la elaboración es muy lenta (son muy esmerados en presentación y calidad de los platos, pero 40 minutos para un plato principal, es exagerado. La cazuela de mariscos sólo lleva mejillones, camarones, y langostinos en un delicioso caldo que sirven directamente en la mesa; no lleva ningún otro fruto de mar. El arroz con coco me pareció soso, seco y sin sabor. Volvería con algo más de tiempo y paciencia, aunque la comida vale cada minuto de la espera.

Excelente fusión de la cocina peruana con elementos locales, el ambiente es buenísimo, hay un grupo musical que toca en vivo. Recomiendo el risotto de durazno con langostinos. Ni se diga del Pizco Sour. La mejor propuesta en comida peruana de Cartagena.

Fuimos con mi esposo y dos hijos pequeños allí. Se esmeraron por atendernos excelente a los 4, los panes de cortesía fascinaron a mis hijitos y nosotros encantados también. Recomendado el ceviche de pez león y las croquetas de hongos, la locura! La pesca del día fue un pargo rojo con verduras salteadas finamente y estaba simplemente delicioso pues yo no soy fan del Pargo y aun así me encantó. Le dieron un menú especial a mis hijos y la verdad desde que llegamos se esmeraron en atendernos. Me encantó la idea de las cortinas por mesa para más privacidad. Volveré sin duda!

Hace mucho fue bueno, lo alcanzamos a conocer en su auge, con deliciosos platos caribeños y gran variedad árabe. El sitio se ve viejo y descuidado, súper caluroso y el servicio es eterno. Las bebidas llegan tarde, casi siempre después del plato fuerte.

Los mejores pescados de Cartagena! El dorado frito allá es de otro mundo, el ambiente y el servicio hacen que uno se sienta en su casa, los meseros son súper amables. El mejor precio para comer delicioso y salir súper satisfecho.

El cebiche de camarón es delicioso al igual que el cóctel. El cóctel un poco pasado de pimienta, para mi gusto pero delicioso. Las mesas afuera no son muy esmeradas, tienes que lidiar con la basura que llega a la calle ya que son exteriores, pero para el tipo de comida y el precio, el ambiente está bien. Volveré pronto

Pedí un steak tartare, el mejor de mi vida! De entrada un carpaccio de res y unos lichee martinys. El ambiente exterior es de lo mejor, súper romántico y menos acartonado que el interior, el servicio súper amable y atentó siempre para explicar la carta la cual la tienen súper clara. Volvería 100.000 veces!

El servicio es muy bueno y ágil. Están muy atentos a complacer al cliente. El ambiente no puede ser mejor. La comida es deliciosa. Tiene una carta no muy extensa, pero variada.