Fuimos un grupo de 14 amigos. El sitio muy bonito y parecía que iba a ser una buena velada, pero nos atendió una niña que regañó a una amiga por no saber diferencia entre vaso escarchado y michelado, a otro le mostró su mano deteniéndole el pedido diciéndole, todavía no estoy tomando su solicitud, en general su tonito y mala cara crearon mal ambiente. Después de realizado el pedido, se demoraron un montón en traer platos poco complicados como hamburguesas y sandwich, terminamos nuestras bebidas antes de que llegaran. Un amigo pidió gaseosa adicional y la trajo la mesera debajo de su axila. En fin, sitio malo, bonito y caro porque la espera no valió la pena, nada de especial y además salsas en bolsitas, cuando uno espera los frasquitos para intentar mejorar sabor. Quizá en grupo es malo ir a Sisa Atahualpa, de pronto en pareja sea mejor el servicio y sólo para tomar algo, nada de comer ahí...