Es un sitio que garantiza la calidad de sus productos con excelente presentación. Con prepara raciones tradicionales, no hay que esperar sorpresas. Aquí recomiendo el camembert, el risotto funghi y el ossobuco. Esta en una casa preciosa de Granada, con una ambientación muy adecuada. Recomiendo reservar con anticipación.

Hay que armarse de paciencia y dejarse sorprender. es un sitio con un ambiente ameno en el museo La Tertulia el servicio es muy demorado, pero si no tiene afán, disfrute un café muy bien preparado. igual las bebidas y los platos. el menú no es muy extenso, pero se aseguran de la calidad de los productos y sus ingredientes. O bien al final de la tarde o en un brunch, es una buena opción!

Resultó una sorpresa en la que me dejé guiar por la afluencia de clientes. El menú combina platos tradicionales e innovadores. Es una preparación cuidadosa y buena presentación. La selección de vinos y cervezas sin mayor diversidad. Podrían tener mayor variedad en bebidas no alcohólicas.

Tiene una carta convencional, los platos sin ningún aporte, ni presentación. Para ser un almuerzo corriente tiene un precio elevado.

Si bien entiendo que manejar un grupo numeroso de comensales es retador, cómo cliente en un lugar con una carta prefiero tener la opción de escoger lo que voy a comer. Una cosa es una asesoría con el menú, y otra, que sea una selección de la mesera, y además excesiva y reiterativa.

Tienen unos helados singulares. Logran combinar sabores y texturas no convencionales con un buen manejo diferenciado en cada uno. muy variadas opciones.

Buena combinación de ingredientes en platos con nombres poco convencionales. Recomiendo tomar tiempo para leer las propuestas del menú. Las preparaciones son al punto y en porciones generosas.