Un restaurante muy bien montado, diferentes ambientes y una gran personalidad, linda decoración. La comida dejo mucho que desear y más viniendo de quien viene la propuesta, audaz la del descorche del vino (para que salga negocio tiene que escoger de los vinos caros, si escoge los baratos va a ser prácticamente como tomárselo en otro restaurante) la comida tiene demasiada puesta en escena y el resultado final no es alentador, muchos platos, platicos, bandejas, cucharas, para degustar unos platos con fallas técnicas como faltos de sal o desbalanceados los sabores, la carta tiene una buena cantidad de entradas frías o calientes con la idea de compartir varias de ellas, y de fuertes varios que me llamaron la atención, las albóndigas, muy dulces, la chuleta de cedro, que aunque técnicamente es un corte de chuleta, puede desconcertar al comensal, arroz con conejo, rico y el pirarucu sobrecocinado.

Mordida es un sitio que no tiene pretensiones pero que invita a comer, tiene una carta variada con tapas de corte peruano y español y tratando un poco de irse hacia lo natural y "farm to table" los vinos de tratar son muy buenos, el pulpo excelente y muy buenas recomendaciones de vinos en formato Magnum para compartir.

Fui tres veces al sitio antes de poner los comentarios, una primera vez muy recién abierto la experiencia fue mala y por eso no cuenta, las dos siguientes mas cercanas pero con el mismo resultado, comfort fotos tratada de llevar a otra escala pero fallan en la ejecución, la hamburguesa muy pasada y eso que preguntan termino, muchos platos faltan en la carta y los sanduches sin sabor alguno, gente joven atendiendo y se refleja en la inexperiencia al no conocer la carta.

Muy buena propuesta Árabe cerca del parque de la 93, el Quibbeh crudo muy bueno igual el asado, variedades de Wraps, muy bueno el de falafel. Falta probar el resto de la carta pero esta muy bueno. Los rollitos de berenjena son excepcionales.

Tapas tradicionales a la manera de un chef con dos estrellas michelin, los cojonudos de morcilla son impresionantes, los huecos estrellados con chipirones, la entraña al Josper, la ensaladilla rusa y el flamenco en vivo desde el miércoles en la noche en el bar

No todos los sitios que venden comida son restaurantes, esto es una tienda especializada de muy buenos productos españoles que realiza algunas preparaciones con estos ingredientes, es abrir latas y tarros y ponerlos en un plato. Que tiene su mérito, pues claro, pero no es un restaurante.

Es un sitio que puedes conocer por un producto muy interesante que son las malteadas, el resto de productos como la hamburguesas y las papitas son bastante normales

Toshiro es un fiel exponente de la cocina Nikei, el sushi es muy bueno con varias opciones de Toro, la robata es novedosa y tiene buenos elementos como el Magret de pato y los Alaskan king crab, cierran la cocina a las 3 de la tarde y si no acabo pues hasta ahí llego, error que no se puede dar el lujo un restaurante de esta categoría manejado por la fragata.

Es un sitio bien logrado en la decoración, sencillo y sin pretensiones, el servicio es muy deficiente y demorado y la comida deja mucho que desear, no corresponde a la calidad de Leonor Espinoza.

Este es un ejemplo de lo que es empezar bien un negocio y despues dejarlo caer, carnes sobrecocinadas y comida muy regular. Mucha bulla, poca calidad.