La verdad había escuchado muchas cosas buenas y por fin vine. Es la hora tranquila, 4pm. El servicio es descuidado. La comida, me habían recomendado el Pollo Monteriano, completamente olvidable. El. Arroz trae mucho carbón y si, ese es el coco "quemadito", pero qué pena, es carbón puro. No volvería. Una lástima.

Fuera de serie. Se siente el calor humano con el que fue armado este restaurante, desde su carta hasta sus servidores. Los cocteles son muy buenos y me parece un lugar perfecto para pedir varios platos al centro y compartir.

Me encantó, pero definitivamente este es un lugar para ir entre varias personas y compartir varios platos, pedir diferentes tacos e intercambiar. Las porciones no es que sean pequeñas, sino que se nota que la carta está diseñada para que se prueben muchas cosas. Probé unos de sobrebarriga medio picantes y qué exquisitez. El ambiente es muy especial y el servicio es dedicado.

Acaban de cambiarse al lado a un lugar muchísimo más grande. El lugar quedó divino y creo que no estaban preparados para la ampliación, porque todo se agota al mediodía muy rápido. Pero bueno, llevan una semana. Hay que ir.

Puras tapas de Anatolia y la India. Son deliciosas. Como son hermanos de Tapas La Macarena (la primera tapería del país) se pueden pedir tapas de ambas cocinas en un mismo lugar. Recomiendo mucho la pizza de cordero turca (Pide).

Me encantan los restaurantes que le ponen empeño hasta al más mínimo detalle. Cuando fui, le recomendé al dueño que registrara el restaurante aquí en Degusta y aqui anda, hasta con fotos de los platos reales producidas por ellos mismos. Me encanta la comida peruana y aquí en la Macarena ya hay unos 5, este es el más nuevo pero, para mí, el que más experiencia da. De entrada te dan un maíz fritos entero la cosa más sabrosa (traten de no llenarse con eso porque los platos son muy buenos). Las causas son riquísimas, sobre todo la de pulpo.

Todo es rico y por fin uno encuentra una barra en la que la gente no toca plata y comida al mismo tiempo. Todo está muy fresco porque la rotación es gigante. Recomie do que en vez de burro o taco, pida la base en sopa de tortilla. Cuesta 14.900 y wow, es tan pero tan rica. Se le pueden echar igualmente todos los ingredie tes que uno quiera y al final no se olvide pedir aguacate fresco.

Si es la primera vez, le recomiendo que vaya con alguien más para poder probar varias cosas. De entrada, pueden pedir una sopita mexicana o coravacchia, o comparte lo más impresionante de esta propuesta que es la ensalada de la barra. No olviden tomar los crepes tostaditos del vidrio de arriba. Luego, prueben el crepe pollo mumbai y el que trae pechuga de pavo. Son los mejores. De postepidan el popcorn de caramelo, son crispetas bañadas en caramelo con MÁS caramelo. Y de bebida, prueben el potasio o los extractos. Bueno, no olviden llevar otra ensalada de la barra para la casa... Este lugar tiene la mejor propuesta orgánica y natural de la ciudad.

El plan perfecto para un brunch post ciclovía. Aceptan perritos, loras, gatos, cacatúas... pues las humanas. A pesar de tener un perfil costoso, lo vale. La presentación y el sabor que tienen los platos que uno podría preparar en la casa, son de otro mundo. De verdad hay que darse la rodada, pedir la canasta de panes, los huevos y el chocolatico.

Me parece muy chistoso que sea un lugar rústico, íntimo, con tanta atención al detalle, pero con un servicio un tanto esnobista... Van muchas parejitas o señoras a echar chisme, así que no es un lugar para ir a trabajar en el computador o leer un libro. Hay otras opciones por esa zona mucho mejores.