Excelentes precios, muy buena relación costo/beneficio. Servicio amable, lugar acogedor. Los chicharrones de la entrada lo mejor. Y de postre el cheescake de maracuyá. Muy bueno todo

Un ambiente sin pretensiones, la comida rica pero prefiero la pizza sobre la pasta, pedí un linguini Alfredo, no estuvo mal, muy suave para mi gusto. La pizza si tenía mucho carácter.

De entrada pedimos caracoles, buena elección, la carne esta un poco pasada de término, aún así estaba muy rica. El creme bruleé es delicioso. El ambiente ya es hora de mejorarlo, tiene sus años.

Nuestra experiencia fue espectacular, pues la cena fue preparada por el mismísimo François Cornellis en la mesa frente a nuestro grupo, éramos 6 personas. La entrada fue montaditos de salmón y alcaparras fritas, el fuerte lomo de res, rico, pero lo memorable fue el postre, él dama blanca cerró con broche de oro nuestra velada. Increíble experiencia, lo recomiendo siempre.

Muy grata experiencia. Fuimos un grupo familiar grande, aún así tuvieron todo controlado, el tiempo de espera perfecto, los términos de las carnes sin problema. El acompañamiento perfecto es la papa al horno con sour cream o la ensalada. El ambiente tiene mucha oportunidad de mejorar, sin embargo no está mal, nada pretencioso.

Es una excelente idea para desayunar un domingo. Tienen bici parqueaderos para quienes salimos a la ciclovía. TODOS los desayunos son deliciosos. Quizá a la salida lleve croissant con chocolate y almendras o maccarones. El servicio es un poco demorado

Todo es deli, van a la fija con las sopas, las Arepas o patacones, el pollo rostizado y la Arepa de choclo es suficiente para salir felices. La picada fritanguera es perfecta para 2 (para uno solo es mucha grasa). Los jugos son increíbles y el cholao con afición de banano, fresa y helado es un postre espectacular.

Visita obligada de los turistas en Bogotá, para grupos recomiendo la picada rumbera, el mixto de fritos y el mixto de acompañamientos. La Arepa de choclo de Andrés es la mejor. En cuanto a cocteles el mandarino es perfecto.

Excelente lugar, la comida italiana es mi favorita y Cacio y Pepe es un representante impecable. Gratamente sorprendida, pedí un clásico como es el papardelle al teléfono y estuvo delicioso, el mesero nos sugirió un vino que estuvo perfecto para la elección de la cena. Compartimos entraditas como pork belly con lentejas (no recuerdo el nombre) y la tabla de prosciuto y queso deli. El postre que tiene trozos de banano es un pedacito de cielo.

La comida es deliciosa, el guacamole que ofrecen de entrada es espectacular, los tacos son muy generosos, son 4 tortillas y una buena cantidad de carne. Las margaritas lo mejor del lugar. El cheescake de oreo parece helado, muy rico. A las 10 hay mariachis. Al lugar solamente le quitaría los televisores, le sobran.