La comida es deliciosa, el servicio es excelente, por mejorar; los sofás son muy incómodos, son bajitos así que estar sentado allí varias horas es realmente incómodo.

Venir a celebrar y que no se pueda ni hablar hace que la experiencia no sea placentera. La comida en buena y el servicio impecable pero el nivel de ruido nos sacó corriendo, ni postte pedimos para no estar ni un minuto más ahi.

Tenía unas expectativas muy altas y la verdad la comida no me pareció nada del otro mundo, la escritura de los platos es tan buena que convence y llega el plato y nada que ver. Es una lástima, el ambiente y el servicio no tienen un pero.

Delicioso todo, el servicio excelente, la música después de cierta hora es algo alta y alcanza a impedir conversar. Recomendado