Recomendados los tacos de langostino y los de chicharrón. Buena selección de tragos. Faltaría tener un poco más de variedad de tequilas o mezcales

Llegamos por coincidencia al lugar. No hay aviso ni tiene apariencia de ser un restaurante pero la sorpresa resultó buena. El lugar no tiene carta por lo que el menú se "recita" por el mesero y hay que tener buena memoria para después saber qué es lo que se está comiendo. Los sabores están bien conjugados y hay varias combinaciones que no son para nada convencionales pero juegan muy bien. Impecable la presentación de los platos. Seguramente regresaré para probar otros platos.

Estuvimos celebrando el día del padre y aunque estaba muy lleno el servicio estuvo bueno. La comida tiene buena sazón y las porciones son generosas (bastante).

La comida está bien, pero no es memorable. El bar tiene un buen ambiente aunque son pocas mesas. Adentro tiene un estilo más tranquilo. Desafortunadamente en nuestra visita nos tocaron unos vecinos ruidosos que alcanzaron a dañar la experiencia

La comida es muy buena y e restaurante es acogedor. Sin embargo hace falta transparencia en los precios. No hay una carta y no se informan los precios lo cual lleva a tener sorpresas a la hora de pagar. Puede ser costoso para algunos platos, la ensalada de lomo cuesta 40,000 que es exagerado en relación con la oferta de restaurantes existente.

Ofrece una buena relación precio/calidad. Hay bastantes puntos a mejorar: 1. En ninguno de los baños de hombres o mujeres había toallas para secarse las manos. Y en el de mujeres no había papel higiénico. 2. Intenté pedir una cerveza y no había ni Chelarte rubia, Club Colombia Dorada o Corona. Me rendí y pedí agua (sin gas, porque tampoco había agua con gas). 3. Los vasos olían a trapo. 4. El mesero no estaba bien capacitado pues no tenía un conocimiento detallado de la carta. Dicho todo lo anterior, de precio está bien por lo cual se sacrifican varios de los puntos mencionados.

Para brunch está bien porque el ambiente es calmado y agradable. Muy buena la atención. La comida no es nada memorable. No probamos los panes pero parecen ser buenos porque mucha gente llegó solo a comprarlos.

La comida como siempre estuvo muy buena. El servicio ha disminuido su calidad significativamente. El pedido de comidas y bebidas estuvo bastante demorado. El volumen de la estaba alto lo cual obligaba a las personas a hablar duro y generaba un ambiente ruidoso.

Los aranccinis (croquetas de risotto con jamón serrano) son excelentes. Los raviolis de maduro son una buena combinación inesperada. Buen ambiente pero un poco ruidoso. Recomendable

Excelente lugar para probar varios platos. Es recomendable pedir para compartir. Buena selección de vinos y el personal está bien capacitado.