Si piensa comer, evite este lugar; pero no le quita que sea maravilloso para relajarse después de una jornada de trabajo, encontrarse con los amigos oír buena música y beber una cerveza fría. Aunque las cervezas invitadas (importadas) las han sacado de la carta, mantienen variedad y han mejorado mucho la calidad dela producción de la cervecería.

Un sitio así requiere pocas palabras, simplemente hay que visitarlo, relajarse y tomar una buena cerveza. Las alitas son ideales para picar mientras tanto.

Un sitio simple, dista de ser pretencioso en su ambiente, dispuesto a recibir gente des complicada y sorprenderla con una mezcla de sabores con una propuesta auténtica. Sencillo y gustoso.

Sostengo plenamente mis observaciones anteriores del sitio, pero se hace necesario mencionar el gran trabajo y esfuerzo que se esta realizando en materia de quesos, hay que acompañarlos.

Un curioso lugar para comer pollo, una receta poco convencional, lo diferencia de cualquier asadero de pollo convencional pero es mejor pedir para llevar.

Los platos aunque de buen sabor, y gran presentación, son un tentempié miserable que contrasta con unos precios astronómicos. No volvería

Un lugar pequeño, para almorzar tipo ejecutivo, platos agradables y balanceados a precio cómodo, perfecto para cuando hay que visitar la alcaldía

Un sitio poco agraciado de ni ser por ser un paso obligado de las conversaciones de antaño y la memoria histórica de la ciudad.

Simplemente un sitio para tranquilo para tomarse un tinto, ayuda en esta sede la comodidad y el ambiente. Nada especial.

El servicio descuidado, los pantacones son crujientes y tostados en su punto, nada sorprendente en realidad, los viernes el ambiente mejora con música en vivo aunque algo bullosa.