Aunque el original es el de la cra 17 con calle 60, la comida sigue siendo la mejor muestra de la sazón peruana en Bogotá. Recomendadisimo el festival de ceviche(3), la jalea marinera.

La comida es buena, no es muy abundante, para un almuerzo quizá no sea suficiente, pero es sabrosa, lo que si es increíble son los postres que proponen: buñuelos rellenos de chocolate bañados con sirope de naranja y acompañados de helado de banano. Al igual que los picarones. Recomendado para ir a cenar.

Lastima que el restaurante insignia de la internacionalización de la cocina peruana sea tan presuntuosa y desabrida, quizás muy tímidos en sabor y tamaño en la sede Bogotá. El servicio deja mucho que desear por los precios que se pagan. Los platos aunque en su descripción suenan interesantes decepcionan.

Que decepción, la comida es muy cara, los platos poco sabrosos y carentes de presentación, creo que fue la experiencia mas frustrante que he tenido con la cocina peruana. Es mejor no pedir piscos.