Fuimos con mi esposo y mi suegra, ya una persona de edad, a este restaurante. Que a primera vista resulta estéticamente interesante, los meseros y personas del servicio generan un ambiente cálido. Desafortunadamente la mujer encargada de los turnos, al parecer es nueva en el manejo de restaurantes. Esta persona en su trato hacía nosotros se tornó irrespetuosa. Cedió dos turnos antes de nosotros, de acuerdo a su conveniencia. No hubo disculpas en sus explicaciones sino una actitud autoritaria. Nos sorprendió tremendamente este tipo de indelicadeza de parte de esta persona. Esto demerita lo agradable que inicialmente parecía ser este lugar.